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¿Cómo afecta el manejo en bandas a los resultados después de un brote de PRRS?

Tras un brote de PRRS, las granjas trabajando en bandas recuperaron antes su producción, mostraron menor tiempo a la estabilidad y menores pérdidas totales de lechones que las granjas que trabajaban con bandas semanales.

La enfermedad causada por el virus del PRRS (PRRSV) es una de las más importantes a nivel mundial en la producción porcina. Durante los últimos 40 años, los debates en torno al PRRSV han sido muy intensos y las implicaciones clínicas de esta enfermedad continúan creciendo. Se ha reportado que el costo del PRRSV en Europa varía entre EUR 75,72 y 650,09 por cerda, incluyendo todos los costos en las distintas fases de producción. En el Congreso IPVS 2024 se proporcionó una actualización estimando que el costo anual del PRRSV en EE.UU ha aumentado de USD 664 a 1,200 millones para la industria porcina estadounidense. No obstante, el PRRSV sigue evolucionando genéticamente generando cepas más agresivas como la L1C.5 en EE. UU. o la Rosalía en Europa. En EE.UU. valorando datos de 21 años podemos ver una tendencia en los tipos de muestras para la monitorización del PRRSV. Las muestras poblacionales agregadas como los fluidos orales y fluidos de procesado (FP), usadas para clasificar las granjas según su estado frente al PRRSV, se han convertido en las muestras más utilizadas para analizar PRRSV por RT-PCR en los últimos años (Figura 1). Este cambio permite el muestreo de más animales y mejora la detección del PRRSV, incluso a baja prevalencia.

Figura 1. Número de casos y desglose por porcentaje de muestras analizadas para PRRSV mediante RT-PCR a lo largo del tiempo en EE.UU. (2001-2024). Imagen extraída de la página web del Swine Disease Reporting System (SDRS, https://fieldepi.org/domestic-swine-disease-monitoring-program/)
Figura 1. Número de casos y desglose por porcentaje de muestras analizadas para PRRSV mediante RT-PCR a lo largo del tiempo en EE.UU. (2001-2024). Imagen extraída de la página web del Swine Disease Reporting System (SDRS, https://fieldepi.org/domestic-swine-disease-monitoring-program/)

Los productores siguen luchando contra el PRRSV y un estudio reciente muestra que las prácticas aplicadas en las granjas para controlar o eliminar el PRRSV son inconsistentes.

Abandonando el manejo en bandas semanales

La implementación de los sistemas de manejo en bandas cambia la producción de las granjas, pasando de ser semanal a intervalos determinados por el modelo de bandas adoptado. Por lo general, la producción se mueve de flujos de producción semanal a intervalos regulares de dos, tres, cuatro, cinco o siete semanas. Algunas de las ventajas de este sistema residen en la concentración de las tareas en una semana, lo que facilita la aplicación del manejo «todo dentro/todo fuera» para la totalidad de las salas de partos y una mejor organización del flujo de producción, por ejemplo, el llenado rápido del precebo y de la logística. La cuestión que queda pendiente es:

¿Pasar del manejo en bandas semanales a bandas de 3, 5 o 7 semanas proporciona una ventaja competitiva cuando se trata del control y eliminación del PRRS?

La comparación de un estudio realizado en granjas que trabajan con lotes semanales con otro realizado en granjas con un sistema de manejo en bandas de cuatro semanas (n = 27) arroja algo de luz sobre las ventajas del manejo en bandas. En ambos estudios, las granjas adoptaron un programa llenado-cerrado-exposición (L-C-E) en respuesta a los brotes de PRRS.

El L-C-E se basa en:

  • Llenado de la granja con cerditas de reposición.
  • Cerrado de la granja a nuevas entradas de animales de reposición.
  • Exposición de todos los animales a una cepa del PRRSV adoptando un programa específico.

En ambos estudios se utilizó una vacuna viva modificada disponible en el mercado para la exposición de todas las granjas.

  • El primer estudio utilizó suero para monitorizar las granjas en proceso de eliminación siguiendo las directrices propuestas por la AASV que se basan en cuatro muestras consecutivas cada 30 días de 30 lechones a punto de destetar con un resultado negativo por RT-PCR frente a PRRSV.
  • El segundo estudio siguió un enfoque modificado y utilizó fluidos de procesado para detectar la circulación del PRRSV en las granjas en proceso de eliminación del virus. Después de obtener dos resultados negativos consecutivos (es decir, dos bandas u ocho semanas) en FP, se recogió suero de 60 lechones a punto de destetar y se analizó en pools de 5:1 mediante RT-qPCR para ARN del PRRSV. Las granjas se consideraron estables cuando se obtuvo un resultado negativo en los sueros de los lechones justo antes del destete, junto con dos resultados negativos consecutivos previos en muestras de FP. Tras un resultado negativo en los sueros de los lechones a destetar, se reabrió la granja y se introdujeron primerizas centinela no expuestas al PRRSV. A los 30 días de la entrada, se analizó el suero de las primerizas centinela para investigar la presencia de anticuerpos contra el PRRSV y, si los resultados eran negativos, la granja se declaraba negativa.

Al comparar ambos estudios, se pudo identificar que:

Tiempo hasta la estabilidad (TTS): el tiempo medio en las granjas con bandas a cuatro semanas fue de 27 semanas frente a 32 semanas para las granjas con bandas semanales ⇒ un TTS cinco semanas más corto. Un estudio más reciente informó de un TTS medio de 38 semanas, lo que haría aún más drástica la comparación.

Reintroducción de primerizas: Las granjas con bandas a cuatro semanas pudieron reintroducir la reposición en un tiempo medio de 33 semanas, mientras que las granjas con bandas semanales la introdujeron en un tiempo medio de 45 semanas. La diferencia entre ambas estrategias fue una ventaja de 12 semanas para la entrada de la reposición en las granjas con bandas a cuatro semanas (figura 2).

Figura 2. Comparación de la entrada de la reposición entre granjas con bandas semanales y bandas a cuatro semanas.
Figura 2. Comparación de la entrada de la reposición entre granjas con bandas semanales y bandas a cuatro semanas.

Los análisis preliminares del Programa de Manejo de Brotes de PRRS (POMP, por sus siglas en inglés), que utilizan datos más recientes, han mostrado resultados equivalentes. POMP es una base de datos epidemiológica para el seguimiento de brotes de PRRS en las granjas. El objetivo del programa es evaluar diferentes prácticas de control y eliminación durante los brotes de PRRS y cómo estas prácticas impactan tres métricas diferentes de recuperación tras los brotes. Las métricas son:

  • Tiempo hasta la estabilidad (TTS: time to stability): número de semanas que tarda la granja en producir 13 semanas consecutivas de cerdos PCR negativos al PRRSV (Al destete).
  • Tiempo hasta recuperar la producción (TTBP: time to baseline production): número de semanas que tarda la granja en destetar el mismo volumen de lechones que antes del brote.
  • Pérdidas totales de lechones por 1000 cerdas (TL): número de lechones destetados muertos entre el brote y el TTBP ajustado a 1000 cerdas, para poder hacer comparaciones entre granjas de diferentes tamaños.

Así, el análisis preliminar del POMP ha demostrado una mejora estadísticamente significativa para alcanzar el TTS de 25 semanas para las granjas con manejo en bandas en comparación con las de partos semanales (figura 3). Además, el manejo en bandas también estuvo asociado con una reducción del 32 % de las pérdidas totales en comparación con las granjas donde los partos se producen de forma continuada.

Figura 3. Tendencia de recuperación del tiempo hasta la estabilidad (TTS) entre granjas con manejo en bandas frente a partos semanales/continuos tras brotes de PRRSV en granjas que forman parte del POMP. El color representa el tipo de manejo y el número de brotes se muestra en paréntesis.

Figura 3. Tendencia de recuperación del tiempo hasta la estabilidad (TTS) entre granjas con manejo en bandas frente a partos semanales/continuos tras brotes de PRRSV en granjas que forman parte del POMP. El color representa el tipo de manejo y el número de brotes se muestra en paréntesis.

Es probable que el manejo en bandas ayude a romper el ciclo de transmisión de patógenos al evitar la infección de las poblaciones más jóvenes (bandas más recientes) a partir de poblaciones más viejas (bandas más antiguas, cercanas a la edad de destete). La lógica y el sentido común nos permiten especular que el manejo en bandas también reducirá la transmisión de otros agentes infecciosos, como los coronavirus entéricos porcinos, el virus de la influenza A, E. coli, por citar algunos. En conclusión, los resultados de estos estudios epidemiológicos respaldan la hipótesis de que la implantación del manejo en bandas, que es esencialmente «todo dentro/todo fuera» en la maternidad, dificulta que los patógenos mantengan la transmisión a largo plazo en la granja.

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